Escultura femenina pulida en bronce.

La obra original, realizada en 2012, es una terracota creada por mí mismo de la cual se produjeron dos bronces: la obra que se observa y otra de pátina verdosa.

Mi intención era realizar una figura esbelta, con un movimiento de giro sobre ella misma y que permitiese transmitir belleza a la vez que soledad.

Figura tumbada, realizada en 2009; más tarde, en 2016, volví a retomar la obra.

Finalmente, quedó como se ve en la imagen.

Esta escultura se empezó en 2014 y se finalizó en 2017.

Muestra simetría y los volúmenes están dibujados por líneas de relieve.

Esta técnica redefine los volúmenes y aporta riqueza formal a la figura.

Bronce femenino realizado a partir de una terracota creada anteriormente por mí en 2013. Muestra una pátina verdosa en la que intento imitar bronces antiguos con pátinas de los períodos clásicos.

La escultura clásica y sus cánones de belleza son un modelo para mí, sin huir de la gran admiración que siento por toda escultura creada a raíz de una necesidad espiritual o personal.

Actualmente, existen múltiples limitaciones a la hora de crear una obra, y aparentemente solo se busca el beneficio económico.

Figura de cobre pulido, postura forzada con los brazos en el rostro, expresando la sensual indiferencia de la belleza adolescente.

Igual que en todas las obras, esta de cobre venía de una terracota creada en 2015.

El cobre pulido le da esta tonalidad amarilla dorada.

Esta figura hierática surge de una obra realizada con material de terracota creada en 2011.

Años más tarde, en 2014, proseguí hasta finalizarla.

De esta obra realicé posteriormente dos esculturas de bronce: una obra dorada pulida y esta obra con la pátina que se puede apreciar en la imagen.

Odalisca sería el término para describir esta pieza. La empecé a trabajar, como siempre, con barro en 2009 y la terminé en 2016. Uno tiene que convivir con su obra, mirarla, verla y dialogar con ella.

Al empezar, ya sea en un papel en blanco, tela o trozo de barro, uno empieza un largo camino, coge un hilo y empieza a tirar de él.

Este trabajo, esta convivencia, lo es todo;  hay momentos en los que el éxito o la derrota, la ansiedad o la alegría se cruzan, hora a hora y día tras día, para al final resolver un problema difícil y a veces frustrante.

Figura hierática, el otro bronce obtenido de la misma terracota que en la obra número 6, en este caso bronce pulido.

Hoy en día, está muy valorado por los artistas y la crítica la originalidad de la obra, tema difícil ya que en la gran mayoría de las casos se llega a caer en la imitación, la copia y en la superficialidad.

Uno tiene que intentar ser original, solo se trata de ser sincero consigo mismo, lo otro ya vendrá o no.

Figura femenina, en esta obra intento conseguir cierta potencia voluptuosa, no tan es estilizada.

Obra realizada en 2015.

Figura femenina de bronce de 2015. Esta fue la primera pátina que hice. Estuve casi dos meses para realizarla, con muchas pruebas sin prisa  y sin conformismo, siendo consciente de aquello que quería no era lo que salía, aprendiendo con el proceso.

El desconocimiento y los errores son un estímulo para ir más allá. Hace más de cuarenta años, decidí dedicarme al arte y el mejor estímulo fue el aprendizaje. Yo quería aprender, yo quería pintar y no tenía ni idea. Quería aprender las técnicas, el dibujo, la forma, el volumen y el oficio. La suerte fue encontrarme con un profesorado con un gran conocimiento que me enseñó con generosidad, exigiéndome  siempre  al máximo. Esto, ahora, ya no es posible puesto que ya no existe un profesorado con conocimientos y mucho menos generoso.

¿Qué generosidad o saber pueden transmitir? Ninguno, solo palabras y teorías que han oído por aquí y por allá, acumulando, creyendo que con esto ya es suficiente para enseñar. La gran mayoría son unos farsantes. Hoy en día, la profesorado del mundo del arte debería transmitir a los alumnos el conocimiento y dominio técnico, el lenguaje que se necesita para trabajar con total libertad.

Esta terracota fue realizada en 2010.

Con esta obra empecé a encontrar mi lenguaje artístico. A partir de aquí, se me abrieron nuevos planteamientos.

El barro es un material perfecto, lo permite todo y también va mostrándote el camino, jugando con las formas y los volúmenes.

En esta obra, la figura presenta una postura inspirada en la foto de una revista, pero creo que finalmente no conseguí plasmarla correctamente.

Me costó copiarla porque no es mi estilo y esto se notó en el resultado final de la obra.